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jueves, 17 de mayo de 2012

En el país de la nube blanca.

¡Hola! Esta es la reseña de un libro que he terminado hace una semana o dos. Ya estoy deseando leerme el segundo, pero ando baja de presupuesto, así que habrá que esperar y en la biblioteca de momento no está disponible. Empezaaamos:

Título: En el país de la nube blanca.
Autor/a: Sarah Lark.
Editorial: Ediciones B
Páginas: 746
ISBN: 978-84-666-4671-0
Precio:  20/21€ ( No estoy segura ahora)
Libro: 1/2 (De momento)
Saga:

Sinopsis: Londres, 1852: dos chicas emprenden la travesía en barco hacia Nueva Zelanda. Para ellas significa el comienzo de una nueva vida como futuras esposas de unos hombres a quienes no conocen. Gwyneira, de origen noble, esta prometida al hijo de un magnate de la lana, mientras que Helen, instutriz de profesion ha respondido a la solicitud de matrimonio de un granjero. Ambas deber'an seguir su destino en una tierra comparada con el paraiso. Pero,  ¿hallarán el amor y la felicidad en el extremo opuesto del mundo?

Opinión personal: Pues a mí el libro me ha     parecido increíble. En un punto llegas a pensar que hay demasiadas muertes pero son las necesarias. Gwyneira  es realmente increíble: al principio se sale de todos las propuestas de señorita que tiene su madre para ella. Es una chica fuerte, a la que apasionan los animales y que levanta pasiones allá a donde va. En su nueva casa de Nueva Zelanda se enfrentará a Lucas Warden, su nuevo marido, un chico enclenque y entusiasmado por la pintura y estudiar bichos e insectos. No es un muchacho para el trabajo de campo, eso seguro. Mientras tanto Gwyneira entabla relación con los capataces de Kiward Station, uno de ellos James Mckenzie, un hombre que comparte con la joven la pasión por lo caballos, los perros y las ovejas. Lo único que Gwyneira lleva a su nuevo hogar, a parte de su dote, es su yegua Igraine  y a su perra Cleo. Que si os digo la verdad son de mis personajes favoritos, porque ese hijo de troll de Gerald Warden, padre de Lucas, no me cae nada bien. 
Helen es institutriz, ni que decir tiene que no tiene ni idea de trabajo de campo cuando se la condena a ser la esclava de su propia granja. Su marido Howard O'Keefe la engaña vilmente al mandarle una carta en la que parece todo un gentleman, y que por supuesto no ha escrito. En realidad Howard O'Keefe es un borracho, gordo, que pega a su mujer e hijo (cuando lo tienen). Tampoco es un personaje del que me orgullezca. No os cuento nada sobre los hijos porque sería contaros medio libro más, y no quiero fastidiaros más el libro. Os aseguro que os va a encantar porque es un libro maravilloso, que razona y explica la Nueva Zelanda del siglo XIX.

(El fondo de la foto es mi cama, que el orden no lo conoce xd ) 



2 comentarios:

  1. Pues si te ha gustado tanto, habrá que darle una oportunidad ;)
    Muy buena reseña, guapa :D

    Besotes! ~

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